Simplemente bello.
Es tarde, es viernes, día gris, llueve. Me estoy mojando y me tengo que desviar, bajar para subir, pues vaya, calle estrecha y quién habrá sido el listo que ha puesto esta farola aquí. Es tarde, es viernes, día gris, llueve. Me estoy mojando y ya es la tercera tarde con dolor de cabeza, me tengo que desviar, estoy muy cansada, de hecho llevo días cansada, bajar para subir y encima un montón de escaleras, todo lo que he hecho y lo que me queda por hacer. Es tarde, es viernes, cruzo, empiezo con las escaleras, subo, me descuido y levanto la mirada. Qué bonito, madre mía, nunca te había visto así. Qué pena que se acaben las escaleras. Qué bien que sea viernes para haberte visto. Qué bien estar cansada para poder descansar. No me falta de nada. La lluvia me refresca, seguro que pronto se me quita el dolor. Cuánta belleza en el arco, en la muralla, en la risa de la mañana, en el haberte echado de menos esta semana como si te hubieras ido ayer... Es viernes, llueve, es tarde. Gracias por