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Mostrando entradas de enero, 2018

Medio año

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O lo que es lo mismo, seis meses desde que te fuiste. Llevas seis meses haciéndonos sentir todo lo que nos quieres y acompañándonos con lo que de ti hemos hecho nuestro: la ilusión por reunirnos, el valor del esfuerzo, el gusto por el deporte y la naturaleza... Y esa sonrisa tan especial, más sincera todavía cuando parece más difícil tenerla. Seguro que hoy has disfrutado un montón.Lo hemos tenido todo. Has estado presente en cada instante.

La mesa

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Según los días y el trabajo, según las épocas y los lugares, poder sentarse a la mesa y comer disfrutando de la compañía, de los sabores, del tiempo y del instante... Se convierte en un privilegio. Acaba la semana llena de días en los que el horario personal te obliga a comer sola y pienso en la cena de esta noche, la invitación a la mesa preparada para acoger, la botella de vino que espera al encuentro para ser abierta, los alimentos dedicados... Y ya no sé qué más decir.

Cielo e infierno

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Ahora van y me preguntan los mayores de la ESO que por qué en religión sólo hablamos de Dios y no les hablo del infierno ni del demonio. A ver cómo les explico yo que muchas personas que estoy segura de que están en el cielo han llegado a él directamente del infierno que han vivido en la tierra. No sé si habrán entendido que ya han visto muchos demonios o diablos de esos que van quitando la vida a los demás apagando el corazón con violencia y generando tristeza. Podemos hablar del infierno... Pero sólo se lo puedo explicar como la eternidad sin Dios, sin su amor, sin vuestras sonrisas, sin sus abrazos... La eternidad de cada instante de esta vida o la eternidad de la vida otra. Que me abra la puerta del infierno un animal con cuernos es lo de menos; lo de más es haber vivido de tal manera que haya perdido todo el amor por el camino. ‘Venid vosotros, los que mi Padre ha bendecido: recibid el reino que se os ha preparado desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me distei

La caja

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Vaciar la casa en la que has vivido la mitad de tu vida y a la que has ido la otra mitad para encontrarte con los que más quieres no es tarea fácil. Realmente ni es tarea ni es fácil. No es sólo tarea, es recuperar recuerdos y hacer síntesis de lo más importante de esta historia: aquello que no tiras, que no donas, y que no ocupa espacio. Como dice una buena amiga, es montar la caja bonita de la vida, esa que siempre saca una sonrisa.  No es tarea y no es fácil, pero hay cosas que lo hacen más llevadero: unos Donuts, un bocata de calamares con un tercio de cerveza, un café con más Donuts (esta vez con chocolate o crema), una gran dosis de buen humor que provoca más de un ataque de risa de los que hacen historia... Y,  por supuesto, las personas que hacen todo esto real y posible. Vivir las cosas así no se improvisa; se aprende, se recibe... Y se contagia cuando se regala.  Todo esto y el atardecer de hoy van también a la caja bonita que, de momento, sigue abierta.

Motivaciones

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Nietzsche dijo que "quien tiene algo por qué vivir, es capaz de soportar cualquier cómo". Esto se vive radicalmente en situaciones dramáticas de guerra, exilio, campos de refugiados, enfermedad, hambre... Me atrevo a decir que "el porqué" podemos traducirlo en un tanto por ciento muy grande por "alguien". Los que no vivimos situaciones tan dramáticas creo que también podemos aplicarnos esta reflexión. Cuando queremos vivir, pero vivir con mayúsculas, no de forma mediocre pactando con todo o rindiéndonos a lo que nos supera, hace sufrir o nos bloquea... Somos capaces de dar el paso a "cómos" nuevos aunque supongan esfuerzo, romper barreras, nombrar lo que duele. Gracias a Dios no vamos solos. Lo importante para llegar a esos "cómos" es no perder de vista la motivación primera. Salir a correr, ir al gimnasio, intentar cumplir mis obligaciones conscientemente bien, escribir un blog, contar con un amigo (y contarle a un amigo)...Todos ell

Felicitar

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¿Quién tiene que felicitar a quién el día de un cumpleaños? Parece obvio que todos al que los cumple, eso por descontado. Pero, ¿sólo? Si, como dice la definición de felicitar, se trata de "manifestar a alguien la satisfacción que se experimenta con motivo de algún suceso dichoso para esa persona"... Me tendrían que felicitar a mí por el maravilloso suceso de poder contar con tu presencia en mi vida. Si, como sigue diciendo, felicitar es expresar el deseo de que alguien sea feliz... Yo lo deseo para ti y, en tu mirada y en tu forma de cuidarme, sé que tú no sólo lo deseas sino que te lo curras para que yo lo sea y justamente ahí entramos en la tercera acepción de la RAE: "hacer feliz y dichoso a alguien". Felicitaciones mutuas. Total... que sí, que hay que felicitarte a ti, amiga, y de eso no hay duda, pero que quede claro que el regalo hoy eres tú y la posibilidad de poder darte un abrazote de corazón a corazón (siempre por la derecha).

Me pregunto, luego vivo.

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Llevo tiempo viendo esta manta u otra en el mismo lugar cada vez que vuelvo. No he conseguido ver a su dueño o dueña. Caigo en la cuenta de que más allá de lo que veo una y otra vez hay una historia personal: alguien ha dejado preparada su cama, alguien ha dejado olvidada su manta, alguien ha regalado abrigo, alguien ha montado su casa. Pero se trata de una historia única, no la que cada persona que mira la manta (no sólo la ve) se imagina. La historia que es y por la que no sé si algunos, pocos o muchos se preguntan.  Si, al menos preguntáramos, conoceríamos; si conociéramos podríamos llegar a querer; si quisiéramos nos moveríamos para cambiar. Llueve en Madrid, saco la foto, sigo mi paseo por el barrio de Salamanca. Al menos hoy, después de un tiempo, me llevo una pregunta.

Lucha de contrarios

Hace tiempo (no mucho) descubrí que los contrarios podían convivir y no ser por ello menos fiables. Descubrí que podías experimentar tristeza y alegría a la vez, agradecimiento y rabia, añoranza y cercanía, ausencia y presencia... Quizá lo descubrí porque me rendí al esfuerzo agotador de querer entenderlo todo y, de paso, controlarlo... Quizá porque seguí el consejo de dejar fluir la vida... Y la vida te sorprende cuando consigues dejarla ser. Dejas a los demás ser ellos, al día ser día, a la tarde ser tarde, a la noche ser noche, a Dios ser Dios, y a una misma ser cada vez más una misma. Quizá cuando cada uno es lo que es y cada cosa tiene su espacio y su tiempo se produce el milagro de sentirte más amada y agradecida que nunca en el momento vital más difícil que has vivido hasta hoy. Y descubres que todo es real, que es fiable y que se puede sonreír de verdad en el duelo. Gracias a la vida que me sigue dando tanto... En cuanto la dejo ser.

La estrella

Abrid bien los ojos para ver la estrella. No sé si se llama intuición, espíritu, sensibilidad... O si tiene varios nombres. Lo que sí sé es que os guiará a la debilidad del pesebre, al corazón roto del amigo, a la situación de agobio del compañero, a llevar la alegría al triste, el abrazo que conforta al cansado, el pan al hambriento y el hogar al sin techo. Abrid bien los ojos y mirad la estrella. Os convertiréis en magos que transformarán situaciones, pequeños o grandes mundos necesitados de intuición, espíritu, sensibilidad. Abrid bien los ojos y sed magos con estrella para los demás. "Al ver la estre lla se llenaron de una inme nsa alegr ía" (Mt 2, 10)

Regalos

Regal os y reyes o reinas magas... haberlos, haylos, pero no todos son iguales. De los primeros nos podemos quedar con el lazo (es todo un detalle). Podemos fijarnos en el envoltorio (más o menos destreza). Después está el contenido que nos dice mucho sobre cuánto nos conocen y han pensando en nosotros. Hay regalos elegantes con lazo, envoltorio y contenido con peso y altura... Y hay otros, los de más garantía, que no tienen lazo ni envoltorio y su contenido no lo volvemos a ver pero ya es nuestro. Somos conscientes de él el día que lo recibimos y se queda con nosotros para siempre, incluso en un futuro inexistente en el que tenemos la certeza de que entre lo poco que podemos asegurar estará el abrazo, la palabra, el mensaje, el tiempo, la confianza, la sonrisa, la amistad. Al final lo que queda es quien nos regala o quien se nos regala. Y ahí hemos llegado a los segundos, reyes y reinas, lugar y hogar en el que nos quedamos.

Canción de amor.

Cuando no encuentre palabras di tú el verso más sencillo para mí. Cuando no vea la calma quédate cerquita para resistir. Cuando no de un paso al frente mírame y dime lo que ves. Hazme saber si es esto en lo que crees, si me reconoces, si me ves al revés... No temas herirme, teme dejarme donde no sé ser. Cuando olvidé mi sentido muéstrame los rostros donde recordar. Y si ves que no sonrío grita fuerte que es hora de despertar. Cuando no de un paso al frente mírame y dime lo que ves. Hazme saber si es esto en lo que crees, si me reconoces, si me ves al revés... No temas herirme, teme dejarme donde no sé ser.