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Mostrando entradas de octubre, 2018

Causas y consecuencias.

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Ayer compartí un vídeo en mi muro en el que Sani Ladán, activista de los derechos humanos, transmitía un mensaje contundente sobre lo que estamos haciendo en África. Me parece muy iluminador que nos diga que la causa de la inmigración no es el hambre, la miseria o las guerras sino los recursos de África que Europa se lleva. Posiblemente todos lo sabemos y no es una novedad. Quizá la novedad sea poner nombre a la expoliación que Europa está haciendo en África y no nombrar a otros países. Como me decía una amiga hace poco, nos llevamos las manos a la cabeza por las políticas migratorias de EEUU pero no con las concertinas de nuestras vallas en España que producen cortes en los cuerpos humanos de gente desesperada. Podemos hacer lo mismo que los alumnos del cole cuando se les llama la atención y decir: "sí, pero yo no he sido solo el que lo he hecho". Tenemos que hacer frente a la respuesta: "Sí, tienes razón, pero el primer paso para el cambio es que asumas que tú también

Lo que no es nuestro

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Dice el último informe de la FAO que los alimentos cada vez son más caros en los lugares con conflictos bélicos. Para que nos hagamos una idea, una persona en Nigeria tiene que trabajar dos días para una comida que en EEUU se consigue con una hora de trabajo. Les toca la guerra, les toca la pobreza y les toca trabajar más. “Cada tres años apartaréis la décima parte de vuestra cosecha del año y la almacenaréis en vuestra ciudad,  para que cuando vengan los levitas, a quienes no les ha tocado tener su propia tierra , o los extranjeros que viven entre vosotros, o los huérfanos y las viudas, puedan comer hasta quedar satisfechos. Así el Señor vuestro Dios os bendecirá en todo lo que hagáis.” (Dt. 14, 27-29)

Invisibles

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Me dice la aplicación de notificaciones que el blog no tiene visitas. Como si no supiera que si no escribo no lo visitáis. Así son las máquinas que dan la cara por las personas. Supongo que la siguiente notificación será preguntar si estoy segura de querer mantenerlo abierto si no escribo. Y después... Que me lo cierran por incompetente. Si no produces, no sirves. Quizá sea lo mismo que pasa con tantas realidades y personas: que como no producen porque no pueden trabajar, ni consumen porque no tienen dinero, ni aparecen en las redes porque a sus casas no llega la wifi... Ni sirven ni existen. Creo que ya he encontrado un motivo para volver a escribir. Se admiten sugerencias.