Causas y consecuencias.

Ayer compartí un vídeo en mi muro en el que Sani Ladán, activista de los derechos humanos, transmitía un mensaje contundente sobre lo que estamos haciendo en África. Me parece muy iluminador que nos diga que la causa de la inmigración no es el hambre, la miseria o las guerras sino los recursos de África que Europa se lleva. Posiblemente todos lo sabemos y no es una novedad. Quizá la novedad sea poner nombre a la expoliación que Europa está haciendo en África y no nombrar a otros países. Como me decía una amiga hace poco, nos llevamos las manos a la cabeza por las políticas migratorias de EEUU pero no con las concertinas de nuestras vallas en España que producen cortes en los cuerpos humanos de gente desesperada. Podemos hacer lo mismo que los alumnos del cole cuando se les llama la atención y decir: "sí, pero yo no he sido solo el que lo he hecho". Tenemos que hacer frente a la respuesta: "Sí, tienes razón, pero el primer paso para el cambio es que asumas que tú también lo haces".

En el mundo educativo trabajamos mucho la solidaridad y la empatía. Recordamos a los alumnos que hay personas, niños de su edad, que no tienen colegio, otros que caminan kilómetros para llegar a él, muchos que comen una vez al día... Eso está bien y les puede ayudar a ser más agradecidos y comprometidos. Pero si nos quedamos ahí hemos fallado a los más desfavorecidos. Tenemos que comunicarles que si estos niños no tienen lo que ellos tienen es porque nuestro continente se lo está quitando. Tenemos que decirles que todo el mundo tiene derecho a crecer, a hablar y a decidir su camino sin que otros nos creamos salvadores suyos a nivel personal o a nivel nacional porque con esa excusa la protección se convierte en expoliación. No tiene nada que ver con ayudar ni con la fraternidad a la que estamos llamados a vivir.

Es duro escucharlo pero quizá la oportunidad de África pasa por dejarla en paz. Se nos ha olvidado que la tierra es un regalo para todos. Nosotros ya lo hemos recibido todo sin merecerlo más que ellos... ¿Qué más queremos?

“El Señor y Dios vuestro os va a hacer entrar en el país que juró que les daría a vuestros antepasados Abraham, Isaac y Jacob. Es un país con grandes y hermosas ciudades que vosotros no construisteis; con casas llenas de todo lo mejor, que vosotros no llenasteis; con pozos que no cavasteis, y viñedos y olivos que no plantasteis, pero de los cuales comeréis hasta quedar satisfechos. Cuando eso suceda procurad no olvidaros del Señor, que os sacó de Egipto, donde erais esclavos." Dt. 6, 10-12.