Bajo capa de bien.
Supongo que esta expresión no es de San Ignacio, pero él la utiliza. Bajo capa de bien, llevando a cabo cosas buenas, podemos entrar en dinámicas que nos agotan. Cuando algo no está bien lo tenemos claro, no nos ayuda y buscamos la solución. Cuando estamos fuertes y llenos de energía (o cuando nos volcamos en algo para huir de otras cosas) podemos caer en excesos que nos agotan: exceso de trabajo, de entrega, de cuidado, de servicio... El trabajo, la entrega, el cuidar de otros, el servicio... todo es bueno, pero a veces sí que hay medida. La medida la encuentras cuando te descubres reclamando, pidiendo para ti, exigiendo algo a cambio (normalmente cariño o un tiempo del que no se dispone).
El lenguaje de Dios es la paz. La desmedida mal enfocada no genera paz. A veces hay que desconectar y desaparecer para volver a conectar con las motivaciones más auténticas posibles, las que nacen de tu vocación personal, desde la gratuidad total... Eso toca. Desconectar y desaparecer para conectar y volver.
El lenguaje de Dios es la paz. La desmedida mal enfocada no genera paz. A veces hay que desconectar y desaparecer para volver a conectar con las motivaciones más auténticas posibles, las que nacen de tu vocación personal, desde la gratuidad total... Eso toca. Desconectar y desaparecer para conectar y volver.
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