Motivaciones

Nietzsche dijo que "quien tiene algo por qué vivir, es capaz de soportar cualquier cómo". Esto se vive radicalmente en situaciones dramáticas de guerra, exilio, campos de refugiados, enfermedad, hambre... Me atrevo a decir que "el porqué" podemos traducirlo en un tanto por ciento muy grande por "alguien".

Los que no vivimos situaciones tan dramáticas creo que también podemos aplicarnos esta reflexión. Cuando queremos vivir, pero vivir con mayúsculas, no de forma mediocre pactando con todo o rindiéndonos a lo que nos supera, hace sufrir o nos bloquea... Somos capaces de dar el paso a "cómos" nuevos aunque supongan esfuerzo, romper barreras, nombrar lo que duele. Gracias a Dios no vamos solos. Lo importante para llegar a esos "cómos" es no perder de vista la motivación primera. Salir a correr, ir al gimnasio, intentar cumplir mis obligaciones conscientemente bien, escribir un blog, contar con un amigo (y contarle a un amigo)...Todos ellos son medios. Si los convierto en fines la vida se puede complicar: correr puede convertirse en huir de relacionarme, el gimnasio algo sagrado frente a otros tiempos también necesarios, la obligación en agobio o imagen, el blog en una tarea más por la frecuencia de los escritos, el amigo en una dependencia (pobre amigo)...

Es bueno parar de vez en cuando y depurar motivaciones. No vaya a ser que perdamos los cómos, el porqué y los motivos de dar gracias.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Reyes como nosotros

Cimas

Alivio