Sabiduría del cuerpo.

Sábado, 9:00 de la mañana.

- Levanta.
* No puedes.
- ¿Qué te pasa?
* Que no puedes.
- Pero, ¿por qué?
* Porque estás muy cansada y me tienes agotado.
- Usted perdone, no me había dado cuenta. Al fin y al cabo, no es para tanto, no? Además tengo mucho que hacer.
* No es sólo el hacer, también es el ser, lo que sientes, lo que tú ya sabes y no has querido atender. Eso también me afecta.
- Ya. Otra vez igual. No aprendo.
* Pues ya sabes lo que toca.
- Vale. A dormir. Que descanses.
* Igualmente maja.

- Dile a la mente que pare de una vez.
* SHHHHHH!!!!!!!! ¡Gensanta, qué pesadas!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Reyes como nosotros

Cimas

Alivio